Disfunción eréctil: Tratamiento médico
Disfunción eréctil
La disfunción eréctil (impotencia) y la eyaculación precoz son los dos síntomas principales en la medicina sexual masculina. Los nuevos tratamientos por vía oral han cambiado completamente el abordaje diagnóstico y terapéutico de ambas patologías, ofreciendo soluciones altamente eficaces en prácticamente todas las situaciones clínicas.
La erección es un fenómeno neurovascular sometido a control hormonal. Consiste en dilatación arterial, relajación del músculo liso trabecular y activación del mecanismo venooclusivo de los cuerpos cavernosos.
La disfunción eréctil se ha definido como la incapacidad persistente de conseguir y mantener una erección suficiente para permitir un rendimiento sexual satisfactorio. Aunque la disfunción eréctil es un trastorno benigno, afecta a la salud física y psicosocial y tiene una repercusión importante en la calidad de vida de quienes la sufren, así como de sus parejas y familias.
Algunos datos epidemiológicos recientes han revelado la existencia de una prevalencia e incidencia elevadas de disfunción eréctil en todo el mundo. Por ejemplo, en el estudio comunitario a gran escala MMAS (Massachusetts Male Aging Study) se comunicó una prevalencia global de disfunción eréctil del 52 % en varones de 40 a 70 años no institucionalizados de la región estadounidense de Boston.
Tratamiento médico para la disfunción eréctil
El objetivo principal en la estrategia de tratamiento de los pacientes con disfunción eréctil consiste en determinar la etiología de la enfermedad y en tratarla siempre que sea posible y no tratar solamente los síntomas. La disfunción eréctil puede asociarse a factores modificables o reversibles, entre ellos, factores relacionados con los hábitos de vida o con los medicamentos. Estos factores pueden modificarse antes de emplear tratamientos concretos, o al mismo tiempo que se utilizan.
Como norma, la disfunción puede tratarse con éxito con las opciones terapéuticas actuales, pero no tiene curación. Las únicas excepciones son la DE psicógena, la DE arteriógena postraumática en pacientes jóvenes y las causas hormonales (por ejemplo, hipogonadismo o hiperprolactinemia), que pueden curarse potencialmente con un tratamiento específico.

Entre las opciones terapéuticas disponemos de fármacos que se administran vía oral como los inhibidores de la fosfodiesterasa 5 (sildenafilo, vardenafilo, tadalafilo y avanafilo). En función de las demandas del paciente utilizaremos el fármaco que por su farmacocinética mejor se ajuste a sus necesidades. Otra opción terapéutica consiste en utilizar agentes vasoactivos (alprostadilo) que pueden administrarse de forma intracavernosa e intrauretral. En algunos pacientes con trastornos hormonales, como por ejemplo el hipogonadismo, se requerirá de terapia sustitutiva para su tratamiento.